Una zanja formada en una de las uniones del Puente Francisco del Rosario Sánchez o de la 17, es la causa de largos taponamientos del tránsito que prácticamente a toda hora del día se observa en esa importante estructura, que enlaza la parte alta del Distrito Nacional con el municipio Santo Domingo Este.
El contratiempo en el transporte no solo se debe al hueco, sino a un deterioro generalizado de la estructura, en la que se
observan numerosos hoyos y desprendimiento de la capa asfáltica, lo que impide que los vehículos se movilicen con rapidez.Además, en tiempo de lluvia es notoria la formación de grandes charcos de aguas, por la acumulación de basura y residuo de tierra y arena que obstruyen los filtrantes.
La zanja en su parte central ocupa por completo el carril Este-Oeste, obligando a los conductores conducir a marcha lenta, para evitar que sus vehículos sufran deterioro mecánico.
El descalabro del puente se ha hecho más notorio en estos días de fuertes aguaceros, creando graves contratiempo a ciento de personas que a diario viajan a la capital con fines de trabajo, diligencias y estudios. La lentitud del tránsito provoca que la fila de vehículos se extienda por más de un kilómetro en las avenidas Padre Castellanos y San Vicente de Paúl.
Conductores consultados sobre la situación de deterioro del puente dijeron que los desperfectos de la estructura se han hecho más evidentes en los últimos meses, y criticaron que el Gobierno invierta grandes recursos en elevados y no se ocupe de sanear esa vía.
Explicaron que en las horas pico tardan hasta una hora para cruzar el puente, lo que le conlleva más gastos en combustible y una reducción en los ingresos del día.
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