La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) hizo un levantamiento sobre los gastos innecesarios en que se incurría en sus oficinas hasta el último año, para dar paso a una reforma operativa que ha hecho posible un ahorro sustancial.
Aunque el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Celso Marranzini, no ha hecho públicos los capítulos financieros en que ocurrían gastos exagerados y fuera de los procedimientos aceptables, sus técnicos tienen un levantamiento detallado en donde se reflejan situaciones como el hecho de que antes de su llegada el gasto anual en la compra de “papel de baño” era de RD$54 millones.
Asimismo, se determinó que una proporción importante de empleados no ofrecían labores en ninguna de las dependencias de la CDEEE, y cuando se hicieron los levantamientos se descubrió que se trataba del personal que trabajaba en una oficina política ubicada en el local del antiguo Colegio Majarichi, en la avenida Independencia. Todos los empleados de esa oficina de campaña cobraban a través de la CDEEE.
El mejor pagado
De acuerdo con el informe, al cual tuvo acceso LISTÍN DIARIO, en la CDEEE trabajaba un técnico en materia energética con un contrato en el cual se establecía que sólo laboraba 68 horas mensual (el Código Laboral establece que la cantidad adecuada es de 44 horas semanal divididas en jornadas diarias laborales).
Pero además de los RD$300,000 netos, libres de deducciones impositivas, que cobraba cada mes, el asesor y académico de la ingeniería energética, con apellido similar al de uno de los más destacados evangelistas de la Santa Biblia, tenía establecido en su contrato que si trabajaba un tiempo mayor a las 68 horas mensuales, había que pagarle 1,200 dólares por cada hora extra.
Como consecuencia de los extraordinarios beneficios de ese inusual contrato laboral, el asesor cobró entre 2007 y 2009 un total de RD$51 millones en la CDEEE.
Los resultados de su labor a lo interno de la empresa estatal no se conocen. No se sabe de ningún estudio o levantamiento que haya contribuido con la reducción de los costos o mejoría de la eficiencia del servicio eléctrico, a pesar de que tenía a su cargo la renegociación de los contratos de generación.
El informe también agrega que en el Departamento de Comunicaciones habían 153 empleados nombrados, muchos de los cuales sólo iban a “ponchar” sus carnets y salían de inmediato de la empresa, aunque cobraban sus elevados salarios con normalidad.
Una fuente de la CDEEE informó que Marranzini no ha querido dar a conocer el levantamiento de irregularidades encontradas, aunque lo tiene todo documentado, especialmente lo relativo con los contratos de publicidad, deudas atrasadas y la colocación real de anuncios en los programas existentes, así como la no existente tanto de radio, como televisión y prensa escrita.
El CRI no era real
Otra irregularidad que la administración actual de la CDEEE está tratando de corregir es el relacionado con los informes del índice de recuperación de efectivo (conocido como CRI), donde se ofrece el resultado de gestión de las empresas distribuidoras.
De acuerdo con los resultados encontrados, muchas cifras de mejoría del CRI estaban alteradas con operaciones irreales que se reportaban con emisiones de pagos y otras maniobras para que los números mostraran una mejoría que no existía.
Esas cifras anormales eran presentadas a organismos internacionales, que ahora trabajan con técnicos de la CDEEE en la transparencia de los datos.
EJECUTIVOS A TIEMPO COMPLETO
LOS ASESORES
El equipo de asesores que tiene la CDEEE con atractivos salarios no son tales, pues tienen funciones específicas asignadas con horario de trabajo a tiempo completo, de acuerdo con datos suministrados a LISTÍN DIARIO.
El problema es que sus sueldos han sido transparentados con la inclusión nominal completa, de donde se le deben descontar todos los impuestos y deducciones establecidas por las leyes vigentes, “no como ocurría en el pasado, donde habían asesores cobrando salarios netos, con sueldos libres de descuentos, porque la CDEEE cargaba con los impuestos correspondientes”, agregó una fuente de la institución.
Asesores como George Reynoso, Magín Díaz, Héctor Guiliani Cury y otros, son en realidad funcionarios con labores específicas, lo que ocurre es que en el organigrama de la CDEEE no hay posiciones para ubicarlos y fue preciso incluirlos como asesores. Al menos, esa es la explicación ofrecida extraoficialmente por la empresa para justificar esos puestos con sus extraordinarios salarios.
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